El conjuro de Satán

Alemania, 1547. En la villa de Kirchrode aparecen cadáveres de mujeres con las iniciales F. S. en la frente. Todas las sospechas apuntan a Freyja Säckler, una joven vendedora de hierbas que ha sido acusada de brujería por el tribunal inquisitorial y que se encuentra a cargo del alquimista y médico Lapidius, a quien el juez ha encomendado que reanime a Freyja tras de que ésta quedara inconsciente durante una sesión de tortura. Lapidius se da cuenta de que la joven padece la sífilis y pide al juez una demora del caso para poder curarla. Así comienza un duro y doloroso tratamiento en el que la paciente tiene que permanecer veinte días encerrada en una cámara muy estrecha y calurosa, y durante el que Lapidius se da cuenta de que la joven es inocente y comienza una investigación paralela. Pero el tiempo no corre a favor de Freyja, El pueblo sigue acusándola y pidiendo su muerte en la hoguera, y el alquimista no cejará en su empeño de demostrar la inocencia de la muchacha.